La oposición huye de los cambios en Bolivia

Por José R. Torrico Gumucio

En un lamentable escenario, la oposición Boliviana al gobierno popular de Evo Morales, no sabe que hacer luego de promulgada la nueva constitución e iniciados los procesos de transición para su aplicación. Algunos opositores intentan llamar a desacatar la Nueva Constitución que trae un paquete de medidas que no solo corta la posibilidad que gente inescrupulosa vuelva a lucrar con los bienes del estado, sino que además permite investigar y sancionar a quienes ya lo hicieron por décadas.

El discurso del desacato
Representantes cívicos autonombrados en algunos departamentos insisten en llamar públicamente a las personas a desacatar la nueva normativa legal Boliviana. También algunas autoridades, a quienes estos dirigentes cívicos controlan y les dictan que deben decir a la prensa, como los prefectos de Santa Cruz y Chuquisaca, repiten el estribillo creyendo que aun les queda alguna instancia de negociación.

La nueva constitución ya ha sido aprobada por el pueblo Boliviano. El tiempo de proponer ideas y el tiempo de hacer consensos ya pasó. La oposición nunca tuvo los argumentos necesarios para hacer propuestas, para defender sus posiciones y ha apostado anteriormente a la violencia. Ahora intentan llamar a la población al desacato de las nuevas leyes buscando, como siempre lo hacen, generar conflictos y esperando que deriven en violencia. Felizmente su estrategia no funcionó antes y ahora tampoco va a funcionar porque cada día mas personas se dan cuenta que ellos defienden sus propios intereses de grupo y logia. También la gente que les apoya se ha dado cuenta que estas personas las usan mientras les son útiles y luego los abandonan a su propia suerte, sin recursos, si protección, sin respeto alguno.

Si no puedes contra ellos... ¿huye?
La oposición Boliviana, nuevamente derrotada en las urnas, antes que reconocer los avances que se hacen, la madurez democrática lograda por el pueblo Boliviano y el resultado de un referéndum absolutamente legal y legitimo, han cambiado el conocido dicho: "Si no pueden contra ellos: ¡úneteles!" por "¡húyeles!".

Un conocido dirigente cruceñista, miembro activo del grupo separatista radical "nación camba", ex diputado de Bolivia, candidato a la prefectura cruceña la cual ha servido como bastión político de la oposición derrotada, ex presidente de la federación boliviana de fútbol donde se le acusarían de irregularidades y quien se encuentra penalmente acusado e implicado en el genocidio en Octubre de 2003, ha huido del país. El destino era un tanto previsible, los Estados Unidos, dado que ya se encuentran ahí hace años sus compañeros del genocidio del cual esta siendo acusado como cómplice.

Es lógico que algunas personas que tienen cuentas pendientes con una justicia Boliviana, que ha venido postergando sin dar solución muchos casos escandalosos de corrupción y actos en contra del estado, vean en el momento actual una ultima oportunidad de huir mientras el manto de la justicia que ellos han posicionado los protege. Una renovación del poder judicial tendrá que producirse a mediano plazo y en este tiempo, quienes han amasado fortunas, dejarán huérfanos a sus seguidores y huirán a habitar lujosas mansiones en el exterior, se declararán perseguidos políticos y escribirán desafinados artículos en revistas ultraderechistas.

Es también previsible que la nueva justicia Boliviana encontrará la forma de traerlos de vuelta para que paguen los daños que han infringido al estado y al pueblo Boliviano. Los cambios no están dándose solo en Bolivia y nada les garantiza inmunidad eterna en el exterior.

La esperanza
Esperamos que los pueblos y líderes de todas las naciones vayan tomando consciencia que es necesario un cambio de actitud y una cooperación entre toda la humanidad para erradicar, de las costumbres humanas, todas las practicas que nos han llevado a dañar a nuestros semejantes y a nuestro medio ambiente. Estamos llevando nuestro planeta a límites de contaminación nunca antes alcanzados. Desconocemos los efectos que esta contaminación pude tener a largo plazo, pero reconocemos la urgencia de tomar medidas drásticas en nuestra propia conducta, en la forma de organizarnos socialmente y en nuestros sistemas políticos. Debemos ser capaces de usar nuestra inteligencia consciente para poder construir hoy las bases de las sociedades del futuro.

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