Los pretendientes a gobernadores de Beni, Santa Cruz y Tarija, los golpistas Ernesto Suárez, Rubén Costas y Mario Cossio están, como decimos en Argentina "hasta las bolas". Desesperados tiran líneas conciliatorias a Evo, y mienten que quieren "armonía y convivencia". Pero el Indio no les cree nada, sabe que le mienten alevosamente. El Indio los mira y su piel parece oscurecerse aún más. Solo sus blancos ojos serios y su blancos dientes graves nos informan que todavía está allí. En la noche pura, Evo sería una sombra más. Esa oscuridad más oscurecida de la piel del Aymara nos señala que su sangre se lentifica, que los glóbulos se le engordan, que el Tiempo se han detenido en sus arterias. Esa lentitud peligrosísima en el alma del Indio, nos indica que nuevamente va a tomar aire; porque las humillaciones, los insultos y los agravios para con él y para con el Pueblo Boliviano, han llegado a su Fin. El aleteo lento de las fosas nasales de la Primera Nariz de Bolivia se apronta a chuparse todo el Oxígeno de la fantasmal Medialuna, que pierde aire por Pando y se desinfla en Beni.
Y sus enemigos sueñan todavía con un Pacto, una Tregua, una Impás con el Indio. Ilusos. No hay Pacto ni Tregua ni Sociego. Luis Nuñez, el presidente del extinto Comité Pro-Santa Cruz que hoy logró reunir apenas 200 pelados para defender al futuro preso Rubén Costas, es el único que tardíamente se dio cuenta. Ni un solo empresario cruceño asistió. Nuñez vio los ojos de Evo, los observó y se le pararon los pelos ausentes. Es que se dio cuenta que los ojos de Evo están más rasgados,más chiquitos, más aymaras, más peligrosos. Se dio cuenta también que la piel de Evo se indianizó más porque la sangre se le hace más lenta, más grave, más pesada, más decisiva, más letal. Hoy Luis Nuñes sintió miedo, y ese miedo fue más grande que su furia.
Gary Prado Hijo, detenido por la causa terrorismo, entregó a su propio padre, tratando de salvarse él. El anciano Gary Prado Padre, aquel que capturó al Che y permitió aquella foto nefasta y funeraria que le robó el mate argentino y el cigarro cubano, se encuentra a punto de ser capturado ¡gracias a su propio hijo! Tristes historias de quienes no tienen amigos ni parientes. La clase de personas que pretendieron combatir al Comandante. El Che, tomando mate en una nube cruceña se caga de risa. Ya no fuma más. La revancha tiene un dulciamargo sabor.
El Final se acerca. The End. El Indio agotó su larga cuota de paciencia. En este momento, más boligusanos cruzan las fronteras del país, reptando, saltando, trastabillando. Una tía vieja en Salta, un primo hippie en Brasil. Aquel tío olvidado de California. Se van. Se fueron. ¡Rápido! ¡ya casi no hay tiempo! El viejo de la bolsa anda por las calles cruceñas y busca chicos malos, para embolsarlos y llevarlos a La Paz, muy pacificados. ¡Apurad! El Capitán Monasterio y el Santo Esteban cantan a dúo frente al fiscal Soza y ¡cómo cantan! Se están acordando de todos sus amigos. Publican sus fotos en Facho-Book.
En tanto Evo sigue en trance, hace OM en el Palacio Quemado. Sabe que ellos ya están dentro de su Círculo de Caza y el Círculo se cierra rápido e inexorable. Ya casi no hay tiempo. Corran. El Comandante tiene el Mando, el Pando y la Bolsa. El Comandante Cazador.
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