martes, 21 de octubre de 2008

Un negocio que ya no es negocio

Un negocio que ya no es negocio
Por José R. Torrico Gumucio
Como una veta de mineral que repentinamente atrae a cientos de mineros ansiosos por hacerse ricos en poco tiempo y con la idea de usar cualquier método, incluso llegar a asesinar a otros por obtener la ansiada riqueza, la política en Bolivia atrajo durante décadas a cientos de personajes ansiosos de riqueza hacia el negocio que prometía ganancias ilimitadas.
Estos personajes eran por sobre todo grandes actores dignos de un premio Oscar de Hollywood. Demostrando insuperable talento los "artistas" podían representar personajes preocupados por la situación de miseria del país, comprometidos con esa situación y hacernos creer que ellos tenían la formula mágica, la idea triunfadora, la "veta" que nos conduciría a la prosperidad de la nación. Sin embargo esta actuación servía muy bien en campaña y también en los medios de prensa los cuales en su mayoría se ponen a disposición de quienes pueden pagar generosas tandas publicitarías. Otros medios son de propiedad de los mismos actores que debutan en política.

Dentro del papel que representaban en escena recibían sueldos jugosos, gastos reservados, celulares con crédito prácticamente ilimitado, viajes y viáticos suculentos. Gran ventaja no "tener que" asistir al trabajo, de todos modos les pagaban y los suplentes también eran pagados sin necesidad de asistir a sesiones de las cámaras o a sus respectivas oficinas.

Fuera del escenario el actor se transformaba en un ser ávido de obtener riqueza a toda costa y por sobre cualquier cosa. Entonces buscando ese fin firmaron pactos, alianzas y acuerdos con personas que eran sus enemigos a muerte ... eso no importaba ... la cantidad de dinero que estaba en juego era inmensa y ellos querian tenerla toda. Había que intentar distribuirla entre los menos posibles para que corresponda una mayor tajada de esta torta y mantenerlo en el máximo secreto para que el resto del país no lo denuncie. Si alguien se daba cuenta y tenia la suficiente decencia (y valor) para denunciarlo había que corromperlo a cualquier costo. Ni pensar en repartirla a todo el pueblo ... ¡hayase visto! ... se pierde la esencia del "negocio de hacer política".

De esa forma se repartieron por décadas y entre pocos (ahí el secreto del negocio) concesiones mineras, miles de hectáreas de bosques con finas maderas, hectáreas de tierra donde una vaca tiene derechos mayores que un ser humano ... se repartieron la aviación, las telecomunicaciones, los hidrocarburos, la energía eléctrica, todo en pro de hacer negocio y entonces creyeron haber llegado a la cúspide de su inteligencia, se dijeron grandes genios de las finanzas y la política. Al menos sus finanzas personales marcharon bien, tanto que algún desubicado (un ex-alcalde cruceño) tuvo la sinvergüenzura de mostrar maletines llenos de dinero a las cámaras de la prensa, maletines similares a los que se llevaron ex gobernantes desde las bóvedas del banco central horas antes de abandonar el país para evadir los procesos por sus delitos.

De repente las reglas del juego comienzan a cambiar. El pueblo obtuvo consciencia de que los recursos son de la naturaleza y que si van a ser explotados los beneficios deben repartirse a todos sus habitantes cuidando el medio ambiente del lugar. Entonces unieron fuerzas en la búsqueda de lograr obtener de forma democrática el manejo del estado y desde allí comenzar a realizar una profunda transformación de la política. Se da un cambio en las reglas de juego donde todos tienen oportunidad de participar de las decisiones políticas de este país ... de intentar dejar un mejor lugar a sus hijos y nietos. El cambio comienza con la elección democrática de sus lideres, inmediatamente después llega la reducción de los sueldos a políticos y la eliminación de los gastos reservados. Pronto muchas otras fuentes de enriquecimiento ilícito van siendo cerradas. Los de la vieja escuela gritan, se desesperan, organizan grandes escándalos con destrucción de los bienes del estado reclamando su cuota de poder para seguir lucrando a costillas del estado y del pueblo. Ellos siempre contaron con un plan B: la puerta de la salida de emergencia ... el plan es huir del país oportunamente buscando la protección de sus aliados internacionales. Sin embargo el sistema al que apoyaron se encuentra en crisis y también soplan vientos de cambio en estos países, lo cual aterra aun mas a estos antiguos políticos.

La política deja, poco a poco, de ser el negocio prometedor que genera grandes ganancias y que ofrecía impunidad eterna en Bolivia (y si no era posible ... protección en el extranjero). Muchos antiguos políticos van quedando al descubierto con respecto a sus verdaderas intensiones ... sin espacio, sin credibilidad y sin plan de escape. Para el pueblo que ha sufrido décadas (sino siglos) de mal trato de los gobiernos que lucraban a sus costillas es una esperanza de justicia. Sin embargo aun hay mucho por hacer y por ello miles de personas siguen marchando trescientos kilómetros de altiplano para exigir políticas en favor de las mayorías. Luego sera el turno de renovar el sistema judicial, con el marco legal de una nueva constitución política en la que prima el ser humano. Entonces podremos tener la esperanza de que la justicia funcione en nuestro país.

El amigo Ricardo dice .... "estamos dejando de ser un país subdesarrollado en camino al subdesarrollo, para pasar a ser un país subdesarrollado en camino al desarrollo".

Poco a poco el gran negocio ya no es mas negocio y tenemos en nuestro voto el poder y la misión de elegir gente buena ... de elegir directa y democráticamente las políticas que necesitamos para seguir desarrollándonos en paz e igualdad. Cada vez estamos mas cerca de construir en democracia soluciones a la medida de nuestra realidad (cosa que antes se importaba de otros países). El construir las soluciones solo es posible con la participación de todos los sectores y con la consolidación de este proceso de cambio. Entrando en la recta final va a ser importante la participación de todos en la misión de informar, uno a uno y a cuantos podamos, el contenido de la nueva constitución y la forma en la que afectará nuestras vidas. Sabemos que los medios de comunicación masivos no lo van a hacer, a ellos les esta doliendo perder el privilegio de mentir y por ello se oponen públicamente a una constitución que exige veracidad en las noticias. Y poco a poco se va construyendo una nueva nación, un nuevo mundo. Poco a poco se van conquistando espacios en pro de una nueva era en la que el ser humano toma una nueva consciencia de si mismo y de su supervivencia como especie inteligente que habita este planeta.



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