lunes, 22 de junio de 2009

EL SEÑOR MISHU Y EL NIÑO DE DARFUR

Por Flavio Dalostto

Hace 1 mes y medio, venía por el mismo repetido Camino desde la Escuela y al cruzar la Vía, doblé para ir por el Camino de siempre. Al ir doblando, ví como a 50 metros un gatito que cruzaba la Calle desde el Pastizal. Como lo ví que caminaba bien, aunque era muy chiquito, instintivamente me desvié por otro camino, para no pasar por ahí. "Está bien, se lo ve bien desde aquí", me dije; y decidí no desviar y seguir derecho hasta la Avenida. Hice unos metros, y esa cosa molesta que se llama Conciencia, me dijo "¡Pero no, no seas Hijo de Puta (pido perdón a las Putas, es un modismo patético)! ¡Andá y mirá como está eso!" Empujado por esa Señora Interior que acabo de mencionar, regresé mis pocos pasos y enfilé decidido hacia donde caminaba el Miau. Mientras avanzaba por la Calle polvorienta, lo iba mirando y me seguía repitiendo "No tiene Nada, Nada. Camina, está bien, todo bien".

Llegué donde estaba el Minino y él ya iba por la mitad de la Calle, rumbo a una Casa que tenía adentro 4 Perros enormes o un Cancerbero de 4 Cabezas, enloquecidos, dispuestos a hacer Puré de Gato. Lo levanté, y cuando lo alcé, ví algo que Nunca había visto en mi Vida. El Gatito era color naranja pálido y costilludo, y hasta ahí, todo "normal", a excepción de la Desnutrición. Pero al alzarlo ví que de su Ano salía Medio Intestino, tan inflamado que era una Pelota Roja. Paralizado, y con el Micho en una mano y el Bolso en la otra, empecé a caminar rápido. La Pelota Roja, cubierta de Pasto y Caca, tenía un Olor irrespirable. Para colmo, nos seguían las Moscas (hubiera necesitado a Super Obama); aunque el Gatito parecía no darse cuenta de su estado, y ronroneaba simpático. Al llegar a un Camino, mientras espantaba el Ejército de Moscas con una mano y llamaba a mi Amiga Ana María Gringiani, con el Celular en la otra, para que nos viniera a buscar en el Auto.

Lo llevamos al veterinario, y ese hombre científico-artesano, nos dijo que se lo dejásemos. Que era delicado pero no grave. "Vení a los 8 de la noche, a buscarlo". Después de dar vueltas por ahí, haciendo como 3 horas de tiempo, regresamos al veterinario. Para mi asombro, el Gato tenía todo adentro lo que había tenido afuera. Había recuperado su Intestino. El hombre, anestesia mediante, nos contó que su tratamiento de Shock, fue alternar en la Zona, durante varias horas, Azúcar y Agua Helada. Azúcar para absorber el Agua que tenía adentro del Intestino Salido y Agua Helada para contraer los Tejidos. El Animalito tenía una Fuerte Parasitosis; de la que se fue recuperando con tratamiento y Amor. Hoy, hace un mes y medio que vive conmigo (ya no se va), y es el Malcriado de la Casa. Su Nombre es Señor Mishu. Y fue bueno salvarlo y es bueno tenerlo. Y es placentero, poder darle de comer. Sin culpa, porque sé que mi Gato no es el que le saca la comida a los Niños Negros de Darfur. Los que le roban la Comida, la Vida, la Paz y la Felicidad a Mil Millones de Seres Humanos en el Mundo, son Humanos también. La Tierra alcanza para Todos, para el Niño de Darfur y para el Señor Mishu.

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