miércoles, 30 de diciembre de 2009

DE CREER A ESPERAR



Desde hace algunos días estuve meditando sobre esta frase. De creer a esperar, ¿cuál la diferencia entre creer y esperar? Al principio no me era muy claro, pero después de seguir y seguir en ello, todo fue haciéndose más claro.


Creer es cuestión de fe y eso anticipa los sueños y esperanzas que tenemos, pero en ese estado no necesariamente se ha creado la energía para poner en movimiento el poder creador de la vida. Pero cuando tu ser pasa de creer a esperar, surge una nueva energía que tiene que ver con la expectativa, tiene que ver con ese sentimiento que anticipa la realización y/o creación de algo. Mira por ejemplo que ocurre cuando una madre cree que podría tener un hijo, y el momento cuando inicia su espera, todo su ser cambia, se pone más radiante, más plena, y con una mirada que anticipa el gran regalo.


Así es la vida, así deberíamos esperar las bendiciones de Dios, esa espera nos prepara y nos muestra que sí es posible que ocurran los milagros. Con frecuencia la duda, el miedo nos impide estar en un estado de esperar, y eso sabotea toda bendición que está por venir.


Creer es muy poderoso, pero esperar hace que la creencia se vuelva activa. Esperar pone en movimiento muchas fuerzas poderosas, que hacen de nuestra capacidad creativa algo en movimiento. Por eso ahora es momento de pasar de creer a esperar las bendiciones que tiene la vida.


Este año que ya pronto inicia, la vida traerá mucha más luz, mucho más amor, mucha más abundancia. Y eso más allá de un deseo espero se vuelva una fuerza creadora que haga una realidad de todo ello. Pasemos entonces de creer a esperar, de estar seguros, que la vida siempre está derramando sus milagros, y que aún en los momentos difíciles, su amor y protección nos está envolviendo.


Deseo que este año sea realmente un año de bendiciones, y esta navidad recordemos que la vida nos regala amor, que nos da la oportunidad de hacer a alguien feliz, que nos dice podemos unirnos como seres humanos para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.


Decreto que la abundancia, la salud y la prosperidad, llenen tu vivir de instante en instante, que te conviertas en parte de esta creación incesante, expandiendo tus fronteras y capacidades cada vez más lejos.

Quiero agradecer tu presencia, quiero agradecer que estas aquí para poner en evidencia el milagro de SER. Por consiguiente que este nuevo año festejemos juntos la capacidad creadora que todos tenemos el privilegio de gozar.


Que tengas un día extraordinario!!

CarDa


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lunes, 21 de diciembre de 2009

LA VERDAD Y EL SIGLO 21

por Flavio Dalostto

Se sabe, desde tiempos inmemoriales que Satanás es el padre de la Mentira; y los mentirosos profesionales son sus hijos, su Pueblo, su Linaje. Quien miente subvierte el orden del Mundo y altera locamente los destinos de los hombres, la suerte de la Tierra. Los mentirosos son, una Gran Logia que controla los hilos del Planeta, o en todo caso, creen controlarlos. Son idiotas que serruchan la propia rama donde están sentados. El mentiroso es un hombre o una mujer débil e inseguro; porque necesitan dominar a Otros con sus trampas, para existir. Al mentir, hacen imaginar a otros que su Trampa es real, y trampeando se trampean a sí mismos; porque como ya se dijo "las mentiras tienen patas cortas" y "es más fácil atrapar a un mentiroso que a un rengo". Lo magnífico de este Tiempo de Renovación y de Esperanza, es que las mentiras no duran mucho. No duran ni en lo personal ni en lo planetario. Se parecen a los alienígenas de "Los Invasores", la serie de los años 60' donde David Vincent había descubierto un Plan de invasión extraterrestre. Los "marcianos" podían adoptar completamente la forma humana, excepto por el dedo meñique, que no podían doblar, y eso los perdió. El mensaje es, para mí, que no hay mentira perfecta; y solo es totalmente engañado quien desea serlo. la vida, el destino o lo que sea, tira pistas que van desnudando a la mentira. A veces, preferimos desechar esas pistas y habitar la niebla del engaño, por comodidad. No se si por el internet, por los celulares "hágolo-todo" o porque, como ya he dicho, los dioses caminan otra vez entre nosotros, las Mentiras y los Mentirosos se han vuelto vulnerables. Cualquier viento les levanta las faldas y los exhibe, como nunca antes. Es el Tiempo de la Verdad; por eso la mentira vive incómoda en el Siglo 21, agazapada, a la defensiva, arrinconada y con una breve esperanza de Vida.

Creo que el mejor ejemplo planetario de Mentiroso-Mentiroso descubierto es el del vicepresidente norteamericano Barak Obama. El Imperio, que lo puso allí para disfrazarse de "bueno", lo eligió con todas las características antinorteamericanas "clásicas" posibles: de origen africano y de nombre musulmán que recuerda al "supuesto" archienemigo norteamericano: Osama. No creo en las casualidades, como no creo en los planetas cuadrados; y sé que a Obama-Osama lo pusieron allí, en el gran trono, para que cumpla su papel de distractor de latinoamericanos. Muchos quisieron ver en él, una Esperanza; pero desde el inicio fue un fiasco. Obama, antes de ser ungido, desalentó la legalización de los inmigrantes y apoyó la construcción de un Muro entre México y EEUU. Un completo nazi, pintado de negro que predicaba la creación de un bastuntán mexicano. Pero, del mismo modo que la garrapata no puede tomar leche; Obama no puede ser bueno; y la Mentira, falta de oxígeno propicio en este Siglo, no puede teñir sus garras con tiza. Una a una, las "promesas" de Obama fueron desmontadas: Cierre de Guantánamo, desbloqueo a cuba, no ingerencia en Latinoamérica, Reforma de Salud, Protección del Medio Ambiente. Obama "el Bueno" nunca fue "bueno"; y la Verdad se encargó de desnudarlo frente al Mundo, en un Streep Tease rápido y patético. Fue premiado con el ¡Nóbel de la Paz! y a las semanas dio la orden de lanzar 30.000 mercenarios sobre Afganistán. Mentira Obama, mentira el Nóbel, mentira la OEA, mentira la ONU, mentira Copenhagen, mentira el Papa. Ante los ojos del Mundo, la Mentira se deshace a pedazos como papel en el agua. En el Vaticano, otra mentira, El Papanazi Benedicto 16 se encamina a santificar a Pio 12, ¡otro Papanazi!, cómplice de Hitler y del exterminio a los Judíos. Ya no tienen pudor, y no pueden mentir sus mentiras. La Verdad se los devora, los extingue, los digiere, los vomita. Ni siquiera los medios basura de desinformación mundial pueden evitar negar lo evidente, so riesgo que la poca credibilidad que les queda en la opinión pública se evapore como un té en el infierno.

La cumbre de Copenhagen, en Dinamarca, solo los puso más en evidencia. Los mentirosos complotados del Mundo, liderados por Falsobama, no pudieron convencer a la humanidad de su voluntad ecológica, y la gran prensa, al menos debió admitir "acuerdos mínimos" entre los líderes de EEUU, Brasil, Sudáfrica, China e India, convalidando con un pacto clandestino, la Cumbre del Encubrimiento. Si hasta parece un "reparto del mundo", por zonas de influencia. No los necesitamos, a ninguno de esos príncipes de la Mentira. No los necesitamos. Nada bueno vendrá de los que cocinan sus negocios a espaldas del Pueblo. Solo la Conciencia del Pueblo de la Humanidad, que predican Marcos, Evo y Chávez (con la ayuda de Dios), derrotará al Sistema de Cosas, que se llama Capitalismo. No necesitamos bombas ni ametralladoras para abrir agujeros en la Tiniebla. Solo una Luz se necesita, una Luz pequeñita hace retroceder a la Oscuridad y ponerla a raya. Debemos encender esa Luz, que habita en todo corazón humano. "Busquen el Reino y su Justicia; lo demás les será dado por añadidura". Parecerá que ganan, parecerá que vencen, parecerá que brillan, nos querrán hacer creer que nos han derrotado, que la Vida se ha extinguido, que las Selvas no pueden ser salvadas, que se puede hacer Nada; pero solo son tigres de cartón, falsos dioses, sembradores de Desesperanza y Resignación. No les creamos. No los escuchemos. No nos postremos. Creamos en nosotros mismos y en nuestro Poder. "Sois dioses", dijo Jesús y "muevan montañas". Bueno, dejemos de dormir, y hagámoslo de una vez.

Venceremos porque Ya Vencimos.

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sábado, 19 de diciembre de 2009

PALABRAS DEL PRESIDENTE EVO MORALES, EN LA CUMBRE DEL CAMBIO CLIMÁTICO


PALABRAS DEL PRESIDENTE EVO MORALES, EN LA CUMBRE DEL CAMBIO CLIMÁTICO
COPENHAGUE, DINAMARCA

17 de diciembre de 2009

Primero, expresar nuestra molestia por la desorganización y las dilaciones que existen en este evento internacional, cuando nuestra responsabilidad debería ser con mucha eficacia; nuestros pueblos también esperan resultados para salvar la vida, para salvar la humanidad, salvando el planeta tierra.

Cuando preguntamos, qué pasa con los anfitriones, por qué no los debates, nos dicen que es Naciones Unidas. Cuando preguntamos qué pasa con las Naciones Unidas, dicen que es Dinamarca, y no sabemos quién organiza este evento internacional, porque todo el mundo está esperando de los jefes de Estado una solución, una propuesta de solución para salvar la vida.

Y por eso, quiero expresar de manera muy sincera, honesta, responsable, nuestra enorme preocupación por esta desorganización.

Después de escuchar algunas intervenciones de hermanos presidentes del mundo, muy sorprendido porque solamente tratan de los efectos y no de las causas del cambio climático. Lamento mucho decir, cobardemente no queremos tocar las causas de la destrucción del medioambiente en el planeta tierra.

Y queremos decir, desde acá, las causas vienen del capitalismo. Si nosotros no identificamos de dónde viene la destrucción al medioambiente, por tanto a la vida y la humanidad, seguramente nunca vamos a resolver este problema que es de todos, de todas, y no solamente de un continente, no solamente de una nación, no sólo de una región.

Y por eso nuestra obligación es identificar las causas del cambio climático, y quiero decirles con responsabilidad ante mi pueblo y ante el pueblo del mundo, las causas viene del capitalismo.

Por supuesto tenemos profundas diferencias de presidente a presidente, de gobierno a gobierno. ¿Cuáles son esas diferencias?, tenemos dos formas de vida, por tanto está en debate dos culturas de vida, la cultura de la vida y la cultura de la muerte.

La cultura de la muerte que es el capitalismo, nosotros decimos los pueblos indígenas es el vivir mejor, mejor vivir a costa del otro; y la cultura de la vida es el socialismo, el vivir bien.

¿Cuáles son las profundas diferencias entre el vivir bien y el vivir mejor. El vivir mejor, repito nuevamente, vivir a costa del otro, explotando al otro, saqueando los recursos naturales, violando a la Madre Tierra, privatizando los servicios básicos.

Mientras que el vivir bien, es vivir en solidaridad, en igualdad, en complementariedad, en reciprocidad, no es el vivir mejor. En términos científicos, desde el marxismo, desde el leninismo dice: capitalismo- socialismo; y nosotros sencillamente decimos: el vivir bien y el vivir mejor.

Estas dos formas de vivencia, estas dos culturas de la vida está en debate cuando hablamos del cambio climático, y si no decidimos cuál es la mejor forma de vivencia o de vida, seguramente este tema nunca vamos a resolver, porque tenemos problemas de vivencia, el lujo, el consumismo que hace daño a la humanidad, y no queremos decir la verdad en esta clase de eventos internacionales.

Desde el momento que empecé a participar en las Naciones Unidas, yo ando muy preocupado porque no hay presidentes que no dicen la verdad ante el mundo. Todos protestan sobre el cambio climático, pero nadie protesta contra el capitalismo que es el peor enemigo de la humanidad.

Si el capitalismo es el peor enemigo de la humanidad, sabiendo no lo dicen, por tanto los jefes de Estado mentimos al pueblo boliviano, y dentro de nuestra forma de sobrevivencia el no mentir es algo sagrado, y eso no lo practicamos acá.

Ojalá ustedes, los presidentes, algunos presidentes del sistema capitalista pueda revisar nuestra Constitución Política del Estado boliviano. Felizmente con mucho esfuerzo aprobamos y en la Constitución está el ama sua, ama llulla, ama q’ella; no robar, no mentir ni ser flojo. Ser autoridad es la forma de servir al pueblo, a los pueblos del mundo, a los pueblos en Bolivia.

Por eso, yo quería esta oportunidad para expresar, y lamento mucho que cuando yo tengo que hablar desde la mesa desaloja a la gente, yo tengo que hablar con sillas vacías, preguntaba qué estaba pasando antes que lleguemos acá, bueno, hay que desalojar, hay que despedir a la gente cosa que nos escuche; pero tendremos la oportunidad de hacernos escuchar en otros foros internacionales con los movimientos sociales. No importa, acá nos pueden bloquear. No importa, acá pueden desalojar a la gente para que no nos escuche.

Está bien, quiero expresar mi molestia. Creo que lo mejor sería que nuestros pueblos nos escuchen.

Si estas son nuestras profundas diferencias ideológicas, programáticas, culturales de la vida, yo he llegado a la conclusión queridos presidentes, delegaciones que están presentes acá, que en este milenio es más importante defender los derechos de la Madre Tierra que defender los derechos humanos.

La tierra o el planeta tierra, o la Madre Tierra o la naturaleza existen y existirá sin el ser humano, pero el ser humano no puede vivir sin el planeta tierra. Y por tanto, es nuestra obligación defender el derecho de la Madre Tierra, defender el derecho de la Madre Tierra, defender el planeta tierra es más importante que defender los derechos humanos.

Muchos dirán, bueno, entonces qué es la vida, pero si no hay planeta tierra que se destroza, de qué sirve defender los derechos humanos, la vida misma.

Yo saludo a las Naciones Unidas, que este año por fin ha declarado el Día Internacional de la Madre Tierra. Es Madre Tierra. La madre es algo sagrado, la madre es nuestra vida. A la madre no se alquila, no se vende ni se viola, hay que respetarla. La Madre Tierra es nuestro hogar. Si esa es la Madre Tierra, cómo puede haber políticas de destrucción a la Madre Tierra, de mercantilizar a la Madre Tierra. Tenemos profundas diferencias con el modelo occidental, y eso está en debate en este momento.

Y por eso, yo quiero decirles queridos presidentes, tenemos la obligación de cómo liberar a la Madre Tierra del capitalismo, cómo acabar o eliminar la esclavitud de la Madre Tierra.

Si no acabamos con la esclavitud de la Madre Tierra, jamás vamos a poder resolver sobre la vida, sobre la humanidad y sobre el planeta tierra.

Por supuesto, reitero una vez más, tenemos profundas diferencias con el occidente. Pero también, aprovecho esta oportunidad, como ya planteábamos, es tan importante debatir ahora lo que nunca sobre la deuda climática.

Y la duda climática no solamente son recursos económicos, nuestra primera propuesta, como por ejemplo buscar el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, la Madre Tierra. Restablecer ese equilibrio, reestableciendo el equilibrio entre la sociedad que vive en el mundo.

Estoy en Europa, estábamos en Europa, ustedes saben que muchas familias bolivianas, familias latinoamericanas viven en Europa, aquí vienen acá a mejorar sus condiciones de vida. En Bolivia podría estar ganando 100,200 dólares mes, pero esa familia, esa persona se viene acá a cuidar un abuelo europeo, a una abuela europea, y mes ganan 1.000 euros. Claro, en vez de estar ganando 200 dólares mes, prefieren ganar 1.000 euros.

Estas son las asimetrías que tenemos de continente a continente, y obligados a debatir, a debatir cómo buscar cierto equilibrio, achicando, reduciendo esas profundas asimetrías de familia a familia, de país en país, especialmente de continente a continente.

Pero, cuando nuestras familias vienen acá, nuestras hermanas y hermanos vienen a sobrevivir o mejorar sus condiciones de vida, son expulsados. Esos documentos llamados de retorno desde el Parlamento Europeo, pero cuando los abuelos europeos hace tiempo llegaban a Latinoamérica, nunca han sido expulsados.

Mi familia, mis hermanos no viene acá a acaparar ni minas ni miles de hectáreas para ser terratenientes. Antes nunca había visas ni pasaportes para que lleguen a ABYA YALA, ahora llamada América. Este también es un daño, que hay que reparar por supuesto.

Entonces, estamos hablando acá de soluciones profundas, profundas, históricas, yo quiero plantearlas en este tema de la deuda, la mejor deuda climática es reconociendo el derecho de la Madre Tierra. Si no reconocemos el derecho de la Madre Tierra, pues en vano vamos a estar hablando de 10 millones, de 100 millones, que es una ofensa para la humanidad.

¿Cómo devolver a la Madre Tierra su derecho? Imagínense, en el siglo pasado, hace 70 años, recién Naciones Unidas declaraban el derecho del ser humano, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hace 70 años no había derechos humanos.

A los pueblos hace tres años, por fin se reconocieron los derechos, y ahora en este milenio obligados a debatir, a reconocer el derecho de la Madre Tierra. Si no reconocemos el derecho de Madre Tierra, todos nosotros seremos responsables con la humanidad.

La mejor forma de la deuda climática es reconocer el derecho de la Madre Tierra.

El segundo componente, es la devolución a los países en desarrollo del espacio atmosférico. Que los países ricos o con industria irracional han ocupado con sus emisiones los gases de efecto invernadero. Para pagar esta deuda de emisiones deben reducir y absorber sus gases de efecto invernadero, de forma tal que exista una distribución equitativa de la atmósfera entre todos los países tomando en cuenta su población, porque los países en vía de desarrollo requerimos de espacio atmosférico para el desarrollo de nuestras regiones.

El tercer componente, por supuesto es la reparación de los daños presentes y futuros afectados por el cambio climático, y quienes o sistemas que van destruyendo al medioambiente, la Madre Tierra, tiene la obligación de reparar esos daños.

Dentro los daños, nuestra propuesta es que los países ricos deben acoger a todos los migrantes que sean afectados por el cambio climático, y no estar despidiendo, retornando a sus países con lo están haciendo en este momento, porque son responsables los países del occidente en este cambio climático.

Queridos presidentes, presidentas nuestra obligación es cómo, es salvar a toda la humanidad y no la mitad de la humanidad. El objetivo tiene que ser bajar la temperatura a un grado centígrado para evitar que muchas islas desaparezcan, que el África sufra un holocausto climático y para que nuestros glaciares y nuestros lagos sagrados se salven. La reducción de gases de efecto invernadero tiene que ser reales dentro de los países desarrollados.

Y si no desarrollamos estas políticas, repito nuevamente, seremos responsables de la destrucción de los seres humanos que habitan esta noble tierra.

Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer un nuevo planteamiento, llegué hace dos noches atrás, de acuerdo a nuestros compañeros de las cancillerías, embajadores, nos informan que aquí no habrá acuerdo. Como tenemos profundas diferencias de la forma de vivencia, que jamás va haber acuerdo en esta clase de reuniones, hay pueblos movilizados marchando permanentemente. Yo saludo ahí, en América, el continente América, gracias a los pueblos, acompañado por algunos presidentes, hemos acabado algunas políticas de saqueo permanente que venían del imperialismo norteamericano.

Mi respeto, mi admiración a Fidel, a Hugo Chávez, con los movimientos sociales, que años atrás pararon el ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas. Yo decía que no era Área de Libre Comercio de las Américas, es un área de librecolonización de las Américas, se paró, se derrotó. Y si hablamos económicamente sobre el ALCA, yo decía que en vez de decir ALCA debe llamarse ALGA, saben por qué, porque iba ser el área de ganancia de las Américas.

Y gracias a la fuerza de los pueblos hemos derrotado estas políticas, y aquí quiero decirles, sólo con la lucha del pueblo, pueblos del mundo vamos a derrocar el capitalismo para salvar a la humanidad.

Como aquí no podemos ponernos de acuerdo, no hay acuerdos, yo quiero pedirles para debatir desde las Naciones Unidas, una forma de resolver no a nivel de jefes de Estado, sino con los pueblos del mundo, y eso es un referéndum mundial sobre el cambio climático. Consultemos al pueblo, lo que digan nuestros pueblos respetemos, y lo que digan los pueblos sea vinculante en aplicación en todos los países del mundo. Y así vamos a resolver cuando tenemos profundas diferencias de presidente a presidente, de continente a continente, especialmente con los países del capitalismo.

Y quiero dejar cinco preguntas para que las Naciones Unidas, desde la mesa, puedan y hagan un trabajo para consultar al pueblo de todo el mundo sobre el cambio climático.

Preguntas para referéndum mundial sobre cambio climático:

Primero.- ¿Está usted de acuerdo con restablecer la armonía con la naturaleza reconociendo los derechos de la Madre Tierra? Los pueblos hermanos del mundo dirá: Sí o No. Dejamos en la decisión de los pueblos del mundo.

Segundo.- ¿Está usted de acuerdo con cambiar este modelo de sobreconsumo y derroche, que es el sistema capitalista? Dejamos a la decisión del mundo.

Tercero.- ¿Está usted de acuerdo con que los países desarrollados reduzcan y absorban sus emisiones de gas invernadero de manera doméstica para que la temperatura no suba más de un grado centígrado? Sí o No. Los pueblos del mundo decidirán.

Cuarto.- ¿Está usted de acuerdo en transferir todo lo que se gasta en las guerras y destinar un presupuesto superior al presupuesto de defensa para el cambio climático? Los pueblos del mundo definirán Sí o No. Por aquí no es posible que algunos países como EEUU gasten tanta plata para matar y no se gasta plata para salvar vidas, esas son dos culturas: cultura de la muerte y la cultura de la vida. Y no puedo entender, que EEUU gaste para mandar tropas y tropas donde tiene que matar a seres humanos.

Por supuesto cualquier país tiene derecho a defenderse, que se defienda en su país. Quién no tiene derecho a defenderse, todos tenemos derecho a defenderse, a defendernos si hay provocación. Pero, esta forma de enviar tropas a Afganistán, a Irán, bases militares en Sudamérica, en Latinoamérica, es la mejor forma de soportar terrorismo de Estado.

En vez de gastar plata para el terrorismo de Estado, más bien gastemos plata para salvar vidas, que es retirar plata para defender la vida, para salvar al planeta tierra.

Quinto.- Y como quinto punto, última pregunta que nos haríamos, es una propuesta para debatir entre presidentes, podemos mejorar por supuesto: ¿Está usted de acuerdo con un tribunal de justicia climática para juzgar a quienes destruyen la Madre Tierra? Aprobado, Sí, por ahí

Ya tengo un voto a favor. Entonces, yo quería dejar esta propuesta queridos presidentes en la mesa, porque alguien tiene que juzgar, y nuestra propuesta es crear ese tribunal de justicia climática en las NNUU, allá un tribunal que juzgue a quienes destrozan el medioambiente, a quienes no respetan o no aplican el tratado de Kioto, por ejemplo.

Ya es hora de poner el cascabel al gato, para defender la vida y a la humanidad.

Perdonen queridos presidentes, tenía esta pequeña intervención, esperamos que pueda servir este aporte, de esta manera todos defendamos la vida, todos salvemos a la vida, todos defendamos al planeta tierra.

Yo quiero hacer una llamada a los pueblos del mundo, quiero que sepan después de conocerme con algunos presidentes, aquí no vamos a resolver nada por esos pueblos del mundo, y mi convocatoria a los pueblos del mundo a organizarse, a tomar conciencia, a unirse, a movilizarnos para acabar con el capitalismo y así vamos a salvar a la humanidad y al planeta tierra.

Muchísimas gracias.


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jueves, 17 de diciembre de 2009

La Madre Tierra debe ser liberada de las cadenas del capitalismo: Evo Morales



El respeto a la Madre Tierra fue planteada por Bolivia en la Cumbre sobre el calentamiento climático y medio ambiente que se desarrolla en Dinamarca (ABI)

Copenhague, DINAMARCA 17 dic (ABI).- La Madre Tierra debe ser liberada de la esclavitud que le impuso el capitalismo al dar preponderancia a la cultura de la muerte y no a la defensa de la vida, manifestó el jueves el presidente Evo Morales en la Cumbre del Cambio Climático que se desarrolla en la capital de Dinamarca.

Morales anotó que existen profundas diferencias ideológicas entre las naciones en vías de desarrollo y las industrializadas sobre la forma de encarar la vida en el planeta.

"Mientras unos defienden la cultura de la muerte que da preferencia a los presupuestos de defensa y ataque militar en diversos continentes con el fin de diezmar a sus poblaciones, otros vemos que la excesiva contaminación y el irrespeto a la vida amenaza a la humanidad y el planeta", subrayó.

El Jefe de Estado dijo que es importante que la comunidad internacional, a través de instituciones como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declare los derechos de la tierra porque son más prioritarios que los derechos humanos.

"La Madre Tierra puede vivir sin el hombre, pero el hombre no sobrevive sin la naturaleza", expresó Morales al anotar que el mundo y sus líderes deben tomar en cuenta los graves riesgos que se ciernen sobre el planeta y su sobrevivencia.

Anotó que en los foros que tratan sobre este tema, como el que se desarrolla en Copenhague, se analizan los efectos del calentamiento global del planeta y no las causas de este hecho.

Morales manifestó que la causa para que se haya producido este fenómeno es el capitalismo que fomenta prácticas que no siempre defienden los intereses de la humanidad y de la naturaleza, sino los económicos.

Afirmó que es una responsabilidad de los líderes mundiales adoptar políticas en defensa de la humanidad y no de un movimiento económico que fomente el sobre consumismo y el derroche sin medir la preservación de los recursos naturales y el medio ambiente.

Señaló que, en ese marco, el capitalismo "propone un vivir mejor, pero a costa de otro, mediante el saqueo de los recursos naturales del mundo con el único objetivo de acumular riquezas".

Agregó que, contrariamente, el "vivir bien del socialismo tiene un contenido de solidaridad, complementariedad, de coordinación y de servicio para evitar que la Madre Tierra sea sometida a una explotación irracional que ponga en riesgo la sobrevivencia del planeta.

Lamentó que muchos Presidentes "no digan la verdad y no protesten contra los males que deja el capitalismo, que es el peor enemigo de la humanidad".

Dijo que, por ejemplo, cuando son invitados a la tribuna de los foros los presidentes de Gobiernos progresistas que cuestionan la política del capitalismo, algunos de los invitados dejan sus lugares para dejar vacío el escenario en una clara demostración de que prefieren mantener el estado de la situación sin introducir cambios.

El presidente boliviano afirmó que esa actitud debe llevar a los gobiernos y a los pueblos a organizarse, unirse y movilizarse para exigir a sus autoridades que defiendan la naturaleza por encima de los intereses capitalistas.

Acl ABI

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lunes, 14 de diciembre de 2009

BOLIVIA: LOS APRENDIZAJES DE LAS ELECCIONES


Por Mario Rodríguez I.

"Ahora sí tenemos el camino abierto, entendiéndonos como bolivianos, un camino abierto, dialogando con distintos sectores, para aplicar la primera Constitución aprobada por el pueblo boliviano" (Evo Morales, discurso del pasado 6 de diciembre)

Los resultados de las elecciones generales realizadas en Bolivia el pasado 6 de diciembre son los que abrieron, de forma definitiva, ese camino hacia la aplicación de la nueva Constitución Política que termina de reconfigurar el nuevo Estado que va brotando en la Bolivia posible de hoy. Los resultados fueron contundentes a favor del proceso de cambio que vive el país y son una invitación inevitable a profundizar el mismo.

1. Antecedentes necesarios: la crisis boliviana y el inicio del proceso de cambio

Recordemos que el modelo neoliberal en lo económico, pero neoconservador en lo político, se instauró en Bolivia en 1985. Sin embargo, el gran salto neoliberal acontece con las llamadas reformas de segunda generación en los años 1993 y 1994. El año 2000 ese modelo empezaba a visibilizar sus límites y la profunda crisis a la que se estaba sometiendo al país. La crisis tuvo tres rasgos centrales y complementarios entre sí:

Una crisis del sistema político que se expresaba en el denominativo de democracia pactada. Desde 1985 los gobiernos se turnaron en alianzas que se distribuían el botín estatal. Los partidos que administraban por turnos el gobierno hicieron un uso saqueador, corrupto e ineficiente de la administración estatal. La población ante este secuestro de lo político por pequeños sectores de la denominada “clase política” demandó participación.

Una crisis del modelo económico neoliberal que regaló nuestro patrimonio a empresas transnacionales, generó condiciones por demás serviles y provocó una aguda crisis que expulsó a miles de bolivianos y bolivianas fuera del país en búsqueda de nuevos horizontes económico. La sociedad sentía la necesidad de un cambio en las políticas económicas que permitieran cerrar esas “venas abiertas” que desangraban al país.

Una crisis del modelo de normalidad construido en base a la exclusión y explotación de la mayoría de la población que juntaba dos rasgos complementarios: clases sociales empobrecidas y orígenes indígenas. El modelo de colonialidad, nacido a partir de la invasión europea, siguió vigente con diversos rostros durante los casi 200 años de vida republicana. La irrupción de nuevos sujetos políticos colocó en cuestionamiento esa normalidad colonial y trajo la memoria larga del pueblo al escenario de la lucha contemporánea.

El año 2000, con los bloqueos de caminos campesinos y cocaleros y la llamada “guerra del agua” en Cochabamba (primer triunfo sobre las políticas privatizadoras neoliberales), se marcaba el hito inicial de la crisis boliviana.

El año 2003 la crisis tocaba fondo en los luctuosos hechos de febrero y la “guerra del gas” de septiembre y octubre. De ahí en adelante, se vivió un proceso de inestabilidad que culminaría, esperanzadoramente, en las elecciones de diciembre del 2005. En ese evento electoral Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) salieron triunfantes con un rotundo 53,7% de apoyo ciudadano; era el inicio de otro camino que se consolida con los resultados de las pasadas elecciones donde Evo Morales y Álvaro García recibieron el respaldo de aproximadamente el 63% de la población.

2. El camino electoral entre el 2002 y el 2009

El año 2002 se celebraron elecciones generales, Gonzalo Sánchez de Lozada, la expresión más radical del neoliberalismo ganó las mismas con aproximadamente el 22% de votos. El MAS obtuvo un sorprendente segundo lugar con el 20,94%, fue el último antecedente antes de encadenar una serie de victorias electorales notables que marcan hitos del proceso pacífico de revolución que vivimos.

Desde el año 2005 los bolivianos y bolivianas fuimos convocados a 5 eventos electorales. En todos ellos ganó el pueblo, el proceso de cambio, el MAS y Evo Morales con un porcentaje siempre superior al 50% del electorado. Un recorrido por demás elocuente que demuestra el apoyo que recibe la revolución democrática cultural.

Como ya se dijo el año 2005 la victoria del MAS fue con casi el 54% de los votos, un gran triunfo opacado sólo por la presencia de la oposición radical de derecha en los gobiernos departamentales de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, La Paz y Cochabamba, luego se sumaría Chuquisaca (7 de los 9 departamentos del país) y el control mayoritario de esos mismos partidos en la cámara de senadores.

Poco después, en el año 2006 se eligieron asambleístas constituyentes donde el MAS obtuvo el 50,7% de apoyo electoral. Otra gran victoria pero no suficiente para tener los dos tercios de los votos asamblearios, lo que llevó a un proceso de construcción de la nueva Constitución cargado de tensiones y conflictos.

En plena ofensiva oligárquica y logiera a través de las prefecturas departamentales opositoras, sus comités cívicos funcionales y los partidos de derecha, en agosto del 2008 se celebró un Referéndum Revocatorio de mandatos en el que el presidente Morales y su vicepresidente recibieron el apoyo del 67,41% de la población. En contrapartida, el debilitamiento de oposición se expresaba en la revocatoria de dos prefectos opositores, en La Paz y Cochabamba (éste último candidato a presidente del bloque extremo de derecha en las pasadas elecciones del 6 de diciembre). Poco después, ante el inminente proceso de fortalecimiento de la revolución democrática cultural, la derecha radical llevaría al país a un escenario de violencia que culminaría con la masacre de campesinos y campesinas en Pando, en septiembre de ese año, y la detención de Leopoldo Fernández, prefecto opositor en ese departamento, por sus responsabilidades en esos crímenes. La oposición radical entraba en un proceso de erosión creciente, pasaba de contralar 7 gobiernos departamentales a tener sólo 4.

En enero del 2009 se realizó el Referéndum para la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado. El nuevo texto constitucional recibió el apoyo del 61,43% de los votos. Sin embargo, todavía el Congreso y la cámara de senadores en manos de la oposición eran el obstáculo central para la promulgación de nuevas leyes que adecúen el país a la nueva carta magna.

Ahora, fruto de la promulgación de la nueva Constitución, vivimos un nuevo proceso electoral. Se trata, en términos políticos, de la victoria más contundente del proceso y que consolida los cambios en el país.

3. Las conclusiones de la votación del 6 de diciembre

Son muchas las lecciones que podemos sacar del proceso electoral que acabamos de vivir. Me detendré en algunas de ellas.

La vocación de participación como la base del proceso político

El primer aprendizaje notable es la gran voluntad del pueblo boliviano de ser parte de las decisiones importantes del Estado. Recordemos que la crisis política del año 2003 se desató principalmente por una demanda de participación en las decisiones. Esa voluntad sigue siendo intensa y se expresa en los actos electorales.

Antes de la apertura de las mesas de sufragio ya había, en casi todos los recintos electorales en Bolivia y en el exterior, largas filas de personas queriendo emitir su voto. Sin datos finales, el porcentaje de asistencia supera el 90%. Tremenda voluntad popular que no se agota en el acto de emitir el voto, sino en una disposición social a participar, a través de movimientos sociales y diversas organizaciones en la gestión de lo público, en la definición de los caminos de esta Bolivia posible que sigue brotando con una mezcla de realidades y esperanzas. Sin participación ciudadana no habría el proceso político que vivimos.

La participación se orienta hacia la izquierda y el cambio

Los resultados electorales muestran la determinación contundente del pueblo boliviano para apoyar el proceso de cambio iniciado en diciembre del año 2005. La reelección Evo Morales y Álvaro García fue alcanzada con el voto aproximado del 63% del total, 9 puntos más que en el año 2005. El crecimiento del apoyo al proceso de cambio es impresionante e impactante. En algunas comunidades, barrios urbanos o en el voto en el exterior se llegaron a apoyos que superaron el 90% a favor del Movimiento al Socialismo. Algunos departamentos llegan al 80% de apoyo y el que menos, Beni, rebasa la barrera del 35%, lo que demuestra que el proceso de cambio goza de buena salud y de un apoyo consistente y creciente de ese pueblo organizado.

El gran apoyo exige profundizar y cualificar el proceso de cambio

Con semejante apoyo ciudadano, especialmente con la obtención de más de dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional, el proceso de cambio está desafiado a profundizar sus conquistas y transformar radicalmente el Estado en función de la nueva Constitución Política del Estado promulgada a inicios e este año.

Desde este proceso electoral se eligen 4 senadurías por departamento. El MAS conquistó, a la espera de los datos finales oficiales, casi con certeza al menos 2 cargos en cada uno de los departamentos del país y en al menos 3 o 4 departamentos se hizo con las 4 representaciones en disputa. La derecha perdió su mayoría en ésta cámara, el MAS tiene dos tercios garantizados.

En la cámara de diputados la situación es clara, los dos tercios también están garantizados.

El gobierno está dando señales de que a pesar de esta mayoría holgada en la Asamblea, se estará siempre abierto al diálogo y el consenso. Sin embargo, la nueva correlación de fuerzas en la Asamblea garantiza la profundización del proceso de transformaciones aunque la oposición intente poner trabas.

La derecha se quedó sin su discurso de la Bolivia autoritaria y dividida

Los resultados son una expresión clara de que se acabó el discursito creado por los sectores opositores más reaccionarios y su estructura de medios de comunicación empresariales, ese que decía que Bolivia estaba dividida entre oriente y occidente y entre campo y ciudad.

El MAS ganó claramente, con más del 50% de apoyo, en 6 departamentos del país, incluido Tarija que hasta hace poco era uno de los bastiones de la oposición. En Santa Cruz, base de la oligarquía más poderosa de Bolivia, superó la barrera del 40% de apoyo y está a punto de convertirse en la primera fuerza política de la región al igual que en Pando, donde superó el 45% de la votación y lo que es más notable se tuvo más del doble de votación respecto al 2005. En el Beni, como se mencionó, se obtuvo la más baja votación a favor del proceso de cambio, poco más del 35% (que igual es alto), pero también lo más significativo es que fue más del doble respecto al apenas 16% de apoyo que había tenido Evo Morales el año 2005.

La derecha había fomentado un discurso de una Bolivia dividida en dos regiones, el occidente con el la revolución y el oriente contra ella. Ya no hay espacio para ese discursito construido. No hay tal división electoral.

La otra parte del discurso de división del país se expresaba en la diferencia del voto entre campo y ciudades capitales. Otro mito que se derrumbó con estos resultados. El MAS obtuvo el apoyo de casi el 60% de la población que vive en las capitales departamentales, más de la mitad.

Bolivia se enrumba a un proceso de autonomías

Una de las características centrales de la nueva Bolivia posible que va brotando es el carácter autonómico que según la Constitución se da a 4 niveles: departamental, municipal, indígena y regional.

En estas elecciones se garantizó que los 9 departamentos entren en el proceso autonómico, que se instituya la primera región con autonomía en el Chaco tarijeño y se conformen los primeros 9 municipios indígenas (de los 11 que votaron para aquello). Son los primeros pasos y habrá mucho que ajustar, además de acelerar las autonomías indígenas. Pero el camino está decidido, las autonomías son el nuevo marco de la estructuración estatal.

¿Y la oposición de derecha?

La oposición de derecha, oligárquica y logiera especialmente, pero también la más moderada, fue profundamente derrotada en este acto electoral. Su erosión ya venía de la derrota política sufrida luego de su ofensiva violenta de agosto y septiembre del 2008.

Sectores opositores empezaron a pactar con el gobierno, se trata de una suerte de estrategia de sobrevivencia siempre peligrosa pero que demuestra en nivel de erosión y desagregación de la oposición y, fundamentalmente, la ausencia de un proyecto de país o de un proyecto local viable para mantener sus privilegios.

Santa Cruz fue la expresión más visible de las rupturas, disputas y debilidades de la oposición. Situaciones similares se vivieron en otros departamentos como Tarija, Chuquisaca, Beni y Pando.

La candidatura de Plan Progreso, la versión más radical y violenta de la derecha (un candidato a presidente, Manfred Reyes Villa con pasado en las dictaduras, en la alianza con Sánchez de Lozada durante la masacre de octubre del 2003 y que fue revocado de su mandato como prefecto de Cochabamba por el voto popular en agosto del 2008; un candidato a vicepresidente, Leopoldo Fernández, en detención preventiva por su responsabilidad en la masacre de Provenir, Pando, en septiembre del año pasado), no superó el voto de la derecha radical del 2005, expresada entonces en PODEMOS de Tuto Quiroga que había obtenido apenas el 28,59% del total.

Lo más duro es que no consiguieron articular una militancia significativa de extrema derecha que les de presencia significativa en Santa Cruz, Beni y Pando principalmente. Su voto es más bien de la gente que no quiere a Evo Morales, al “indio” en el gobierno, pero que no se consolida como militancia radical de extrema derecha.

El empresario Samuel Doria Medina (Unidad Nacional), apenas superó el 6% de los votos. Su fracaso se suma a otros que desistieron antes de las elecciones como Carlos Mesa o Víctor Hugo Cárdenas.

Si a su fracaso electoral se le suma la casi extinción de los comités cívicos como fuerzas movilizadoras de derecha y el temor creciente de perder algunas de los cuatro gobiernos departamentales que les queda, su situación es poco menos que dramática.

Y viene la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, una medida para investigar y sancionar a personas que se enriquecieron con fondos del Estado. La derecha sabe que gran parte de sus liderazgos muy debilitados están, para colmo, amenazados por dicha ley debido a sus actos de corrupción pasados y presentes.

4. Los cuatro factores claves de este triunfo histórico

Me parece que hay cuatro factores claves para comprender el notable triunfo electoral del pasado 6 de diciembre.

Los movimientos sociales y el tejido organizativo como garantía el proceso de cambio

Evo Morales y el MAS catalizaron el proceso político y se constituyeron en una alternativa real de gobierno. El proceso de cambios que vive el país no sería posible sin ellos. El presidente boliviano, dirigente cocalero de origen indígena, es sin duda el articulador simbólico y el liderazgo de lo que acontece en el imaginario colectivo y la construcción del bloque popular que empuja la transformación de Bolivia.

Sin embargo, el proceso boliviano va más allá del MAS y del propio Evo Morales. Lo que está sucediendo en Bolivia no sería posible sin un tejido complejo de organizaciones sociales expresado fundamentalmente en los más vigorosos movimientos indígenas y campesinos primero, obreros y urbanos después. La participación de la población en general y la fortaleza de los movimientos sociales es el rasgo distintivo de lo que se fue construyendo a partir del año 2000 hasta ahora. Las ganas de participar en las elecciones es apenas un reflejo de una sociedad crecientemente participativa.

Las políticas económicas

No profundizaremos al respecto con datos que merecerían otro artículo, pero los indicadores económicos del país tanto en tendencias oficiales dominantes como crecimiento, PIB, reservas internacionales y otros se han mostrado sólidos. Pero, fundamentalmente las tendencias de cambio en la distribución de la riqueza (todavía insuficiente) y el fortalecimiento de los sectores más desfavorecidos han hecho impacto en el imaginario de la gente.

La nacionalización de los hidrocarburos y otras áreas de la economía, los procesos iníciales de industrialización y vertebración, el incentivo a la producción soberana de alimentos y de mecanismos de distribución a precio justo y accesible, los sistemas de bonificación para las poblaciones más desfavorecidas, los fondos de fomento empiezan a dar frutos visibles para las mayorías.

La inclusión social

Las políticas de inclusión social en salud, educación, infraestructura, microeconomía y otros campos también llegan directamente a la población. La población tiene una sensación de bienestar y atención diferente al pasado neoliberal. No es perfecto ni mucho menos, son muchos pequeños y algunos grandes avances, que están tocando el cotidiano de las personas.

Pasamos de un Estado ausente a otro interviniente sin centralizar todo, más bien fomentando la vocación a las iniciativas comunitarias, familiares y microempresariales. Se dice que 6 de cada 10 personas están recibiendo algún tipo de beneficio directo desde el Estado.

Un escenario internacional que acompaña el proceso de cambio

El proceso de cambio en Bolivia no sería posible sin países aliados en el contexto regional. Sin ALBA o Unasur. Sin gobiernos y pueblos aliados en América latina y el mundo.

No por nada el presidente Evo Morales mencionó en su discurso, luego de conocer los resultados de las últimas elecciones, lo siguiente: "El triunfo en Bolivia no sólo es para los bolivianos; este triunfo de los bolivianos es, fundamentalmente, un justo reconocimiento, es una dedicación, a presidentes, a gobiernos, a pueblos antiimperialistas".

5. Para terminar, cinco desafíos y contradicciones para trabajar

Creo que en el horizonte se dibujan al menos 5 desafíos y contradicciones en términos estratégicos:

La implementación de la nueva Constitución

Teniendo los dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional y el gran apoyo del pueblo boliviano, ya sólo es posible profundizar la revolución democrática cultural. Eso exigirá cambios en la legislación (se preparan casi 200 nuevas leyes). Tocará estar a la altura del desafío.

Las elecciones de abril para consolidar la victoria reciente

En abril del 2010 se realizarán elecciones para los gobiernos departamentales y municipales bajo el nuevo régimen de autonomías. Será un nuevo momento electoral para consolidar el presente triunfo electoral.

El gobierno, el MAS y los movimientos sociales ya están trabajando para ello. Es fundamental aprovechar este aventón para consolidar triunfos significativos en territorios todavía con presencia opositora más o menos significativa.

Resolver las contradicciones entre un proyecto modernizador y la necesidad de nuevos referentes de civilización por el bien de la humanidad

El nuevo plan de gobierno del MAS está lleno de un imaginario modernizador. Al mismo tiempo el presidente insiste en aportar en la configuración de nuevos parámetros de civilización o de convivencia en la humanidad y de ésta con la naturaleza de manera que superemos la visión dominante en el mundo y no está llevando a la catástrofe.

Estas dos vertientes discursivas tienen complementaciones y contradicciones no resueltas. El país, de manera participativa, requiere seguir profundizando en el debate para ir esclareciendo cada vez mejor el proyecto de país y mundo al que queremos aportar.

No permitir que nos emborrachemos con el poder, la participación como mecanismo de vigilancia permanente

Una victoria tan contundente tiene la tentación de generar una suerte de mareo con el poder. La participación, clave del proceso boliviano de cambio, es la garantía de un control social sobre el gobierno, de críticas y debates necesarios para seguir construyendo, de vigilancia ante los excesos del poder, de una dinámica de permanente gestión participativa de lo público.

Ahí radica la riqueza del proceso de cambio, allí también está la garantía de continuar con el brote de esta otra Bolivia posible.

Profundizar la descolonización

El proceso de cambio no será posible en su consolidación si no radicalizamos (en el buen sentido de la palabra) la descolonización de la sociedad. Sin cambios en la cotidianidad de las personas, en las relaciones que establecemos diariamente, en la simbología y nuestro referentes, el proceso siempre estará amenazado. La descolonización sigue siendo el camino en esta etapa del proceso, así nos los enseñaron sabiamente los movimientos indígenas y campesinos.

La descolonización sigue siendo una manera de deconstruir y reconstruir nuestras cotidianidades, instituciones, paradigmas, saberes y relaciones.

Es tiempo de celebrar, es tiempo de fiesta y de brotar incesante de la vida.

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HONDURAS Y BOLIVIA: LA COMPLEMENTARIEDAD SOLIDARIA


Por Mario Rodríguez I.

Para la gran mayoría del pueblo boliviano, para el común de la gente, durante mucho tiempo Honduras fue apenas el nombre de un país poco identificable en el mapa. Tal vez, eso era apenas expresión de una realidad de incomunicación entre los países del Abya Yala o América latina a la que fuimos sometidos por intereses de las potencias coloniales e imperialistas.

En los años '80 en la izquierda se hablaba de Honduras con cierta imagen negativa por ser un país, más bien un gobierno, que servía para instalar bases militares estadounidenses y de la "contra" para atacar ese bello proceso de la revolución sandinista de entonces.

Luego Honduras siguió siendo casi un país sin rostro para la mayoría de los bolivianos y bolivianas.

En agosto y septiembre del año 2008 en Bolivia se vivió una ofensiva violenta de los sectores oligárquicos y la derecha radical. Toma de instituciones, amedrentamientos, atentados, golpizas a población civil y hasta una masacre a campesinos y campesinas en Pando fueron parte de esta estrategia. En medio del conflicto, mientras el pueblo boliviano, los movimientos sociales y el gobierno resistían el embate desesperado, el ejecutivo decidió la expulsión de Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos en Bolivia. La medida era arriesgada pero certera, desde la embajada -como tantos otros momentos de la historia de nuestro continente- se fraguaba ese "golpe cívico prefectural" (así se lo denominó por ser los gobiernos departamentales opositores y sus comités cívicos los actores visibles del mismo).

La expulsión de Goldberg (ahora asesor de inteligencia del gobierno de Barak Obama y antes estratega de la desintegración de la ex Yugoslavia), fue un acto de dignidad.

En medio del conflicto se escuchó una noticia llamativa. El gobierno de Honduras, a la cabeza de Manuel Zelaya, se había negado a recibir las cartas credenciales del nuevo embajador estadounidense en su país mientras durara la situación conflictiva en Bolivia, por solidaridad con ese pueblo. Fue para muchas personas una sorpresa agradable, digna, solidaria.

Honduras sonaba a más próximo, a país vecino a pesar de los miles de kilómetros de distancia. Ese gesto quedó grabado en el corazón de mucha gente.

Cuando se produjo el golpe de estado en Honduras, a finales de junio, me tocó presenciar una movilización boliviana de apoyo el pueblo de Honduras y el gobierno legítimo de Zelaya. La movilización estaba compuesta principalmente de campesinos e indígenas. La fuerza movilizadora del proceso de cambio.

Escuché a alguien decir que esa gente seguro ni sabía dónde estaba Honduras y que era utilizada. Yo sabía que era esa gente, justamente por lo ocurrido antes en Bolivia, la que mejor comprendía la solidaridad de Honduras y establecía reciprocidad entre pueblos. Honduras ya no era un país sin rostro, sino parte de la hermandad continental.

Por eso vivimos intensamente lo sucedido estos más de 5 meses de golpe, de represión, de ilegalidad e ilegitimidad en ese hermano país. Por eso seguimos acompañando y haciendo fuerza para que la lucha de ese valeroso pueblo se consolide y derrote a la estrategia estadounidense, de la oligarquía local y de las fuerzas más conservadoras de ese país. Por eso tenemos la certeza que el camino de Honduras va inevitablemente al cambio profundo y revolucionario.

Por reciprocidad y solidaridad me alegré estos días, cuando un amigo del frente de Resistencia al golpe de Estado en Honduras me escribió para contarme que en Tegucigalpa y San Pedro Sula se había festejado, en algunas zonas, como propia la victoria de Evo Morales en las elecciones del 6 de diciembre.

Sí, Honduras y Bolivia son una muestra de los nuevos vientos de solidaridad y reciprocidad entre nuestros pueblos. Somos mucho más que dos.

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domingo, 13 de diciembre de 2009

TRIUNFO DE EVO MORALES EN BOLIVIA: A VECES GANAN LOS BUENOS



Por Tomas Hirsch(*)
Felicitamos a Evo, pero aquí no basta con felicitar a Evo. Aquí hay un pueblo que ha crecido, que está tomando el destino en sus manos y ha decidido seguir adelante. El pueblo boliviano sigue dándonos ejemplos, uno tras otro, de que la revolución de las estructuras sociales es posible si la lucha es con diálogo, con votos, con educación y sin violencia, más bien con no violencia.

Más del 60% de los bolivianos decidieron que Evo Morales debe continuar conduciendo el proceso de transformación social, política y cultural de Bolivia. Este rotundo apoyo al gobierno de Evo sucede a pesar de que la gran mayoría de los medios de comunicación escritos y televisivos están constantemente haciendo campaña en contra de él y de mala manera; ha recibido ese respaldo a pesar de toda la violencia racial, económica y sicológica con la que los grupos de poder económico han tratado de derrocarlo, a pesar de todo, sale victorioso con más del 60% de la votación y con contundente mayoría parlamentaria.

Felicitamos a Evo, pero aquí no basta con felicitar a Evo. Aquí hay un pueblo que ha crecido, que está tomando el destino en sus manos y ha decidido seguir adelante. El pueblo boliviano sigue dándonos ejemplos, uno tras otro, de que la revolución de las estructuras sociales es posible si la lucha es con diálogo, con votos, con educación y sin violencia, más bien con no violencia.

En épocas difíciles como las que vivimos este pueblo ha sido capaz de llamar a una Asamblea Constituyente, de promulgar una nueva constitución basada en los Derechos Humanos, de renunciar a las guerra para resolver los conflictos con sus vecinos, de lograr la solidaridad de los gobiernos de Latinoamérica, de transformar su sistema económico a favor de los trabajadores y de los más necesitados y hacerlo en el respeto, la tolerancia y el diálogo.

Felicitaciones pueblo de Bolivia, felicitaciones presidente Evo Morales

El 22 de Diciembre la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia llegará a la ciudad de La Paz, después de haber recorrido casi todo el mundo, explicando la necesidad urgente del desarme nuclear mundial, la necesidad del desarme proporcional del armamento convencional en las distintas regiones del planeta, pidiendo el retiro de tropas invasoras de los territorios ocupados actualmente, el retiro de las bases militares extranjeras de Latinoamérica, y la renuncia a la guerra como método para resolver conflictos.

Invitamos al presidente Evo y al pueblo de Bolivia a unir su voz a la de la Marcha Mundial para que desde la histórica plaza Murillo, este mensaje de Paz y No Violencia se escuche en el mundo entero. La Marcha Mundial que se inició en Nueva Zelanda, continuará luego su recorrido hacia Perú, Chile para concluir el 2 de Enero, a los pies del monte Aconcagua, en Punta de Vacas, Argentina.
(*) El autor es el Vocero del Movimiento Humanista en América Latina y en la actualidad realiza el recorrido de la Marcha Mundial por América Latina.

Fuentes:
www.tomashirsch.org
http://www.nacionhumana.org/

martes, 8 de diciembre de 2009

BOLIVIA: ¿QUÉ SIGNIFICA EL "VIVIR BIEN"?


Por Rafael Bautista S.

El contexto en el cual se produce la reflexión acerca de lo que significaría un "vivir bien", es la crisis civilizatoria mundial del sistema-mundo moderno.

La modernidad aparece como sistema-mundo (mediante la invasión y colonización europea, desde 1492), subordinando al resto del planeta en tanto periferia de un centro de dominio mundial: Europa occidental. Desde ese centro se desestructura todos los otros sistemas de vida y se inaugura, por primera vez en la historia de las civilizaciones, un proceso de pauperización a escala mundial, tanto humano como planetario. Se trata de una forma de vida que, a partir de la conquista y la colonización del Nuevo Mundo, marca el inicio de una época que, en cinco siglos, ha producido los mayores desequilibrios, no sólo humanos sino también medioambientales. Es decir, una forma de vida que, para vivir, debe matar constantemente.

Para encubrir esto, debe producir conocimiento encubridor; el conocimiento que produce, en cuanto ciencia y filosofía deviene, de ese modo, en la formalización y sofisticación de un discurso de la dominación, elevado a rango de racionalidad: Yo vivo si tú no vives, Yo soy si tú no eres. La forma de vida que se produce no garantiza la vida de todos sino sólo de unos cuantos, a costa de la vida de todos y, ahora, de la vida del planeta.

La economía depredadora que se deriva del proyecto moderno, el capitalismo, no sólo produce la pauperización acelerada del 80% pobre del planeta sino destruye el frágil entorno que hace posible la vida humana; de esto se constata una constante que retrata al capitalismo: para producir debe destruir. Por eso la sentencia de un Marx, ecologista avant la lettre, es categórica: el capitalismo sólo sabe desarrollar el proceso de producción y su técnica, socavando a su vez las dos únicas fuentes de riqueza: el trabajo humano y la naturaleza. Se convierte en una economía para la muerte; y su proyecto civilizatorio objetiva eso, de tal modo, que, por ejemplo, cuando la globalización culmina en un proceso de mercantilización total, la posibilidad misma de la vida, ya no de la humanidad entera sino de la vida del planeta mismo, se encuentra amenazada. Por lo tanto, la constatación de la crisis, no es sistémica, y no supone reformas superficiales sino que reclama una trasformación radical. Lo que está en juego es la vida entera. Una forma de vida que, por cinco siglos, se impuso como la naturaleza misma de las cosas, es ahora el obstáculo de la realización de toda vida en el planeta.

Quienes optan por esta forma de vida, no toman conciencia de la gravedad de la situación en la que nos encontramos, no sólo por ignorancia sino por la ceguera de un conocimiento que produce inconsciencia. En este sentido, el sistema-mundo moderno genera una pedagogía de dominación que, en vez de formar, deforma. Desde la inconsciencia no se produce una toma de conciencia. Esta toma de conciencia sólo puede aparecer en quienes han padecido y padecen las consecuencias nefastas de esa forma de vida: la modernidad.

La toma de conciencia produce la crítica al sistema. La crítica, si quiere ser crítica, sólo puede tomar como punto de referencia, la perspectiva de quienes padecen las consecuencias nefastas de un sistema basado exclusivamente en la exclusión, negación y muerte de su vida; es decir, las víctimas de este sistema-mundo: los pueblos indígenas. Ellos nos constatan (en la pauperización sistemática que sufren) a dónde nos conduce esa forma de vida.

Se trata de un lugar epistemológico que tiene la virtud de juzgar al sistema como un todo. La referencia trascendental se encuentra como presencia de una ausencia: el grito del sujeto. Pero en este grito el sujeto incluye otro grito aun más radical: el grito de la Madre tierra, la pachaMama, el lugar donde se origina la vida. Es decir, es la vida en su conjunto la que grita. Y ese grito es sólo posible de ser atendido, como grito humano; es decir, la responsabilidad por transformar el desequilibrio y la irracionalidad de este proyecto de la muerte, es responsabilidad humana. La Madre delega esa responsabilidad a sus hijos. Y se trata de un grito, no sólo porque es desesperado; sino porque la forma de vida en la que nos hallamos sumidos hace prácticamente imposible escuchar; por eso sucede la aporía: en la era de las comunicaciones, esta es cada vez menos posible.

Se trata de una forma de vida que nos vuelve sordos. Ya no somos capaces de escuchar, por eso se devalúan las relaciones humanas; incapaces de escuchar nos privamos de humanidad. La mercantilización de las relaciones humanas hace imposible cualquier cualificación de nuestras relaciones; todas se diluyen en la cuantificación utilitaria de los intereses individualistas. El ismo del ego moderno es el que le ciega toda responsabilidad, al individuo, de sus actos. Incapaz de responsabilizarse de las consecuencias de sus actos y sus decisiones, el individuo colabora, sin saberlo, en la destrucción de la vida toda, incluso la suya propia. Se convierte en suicida. Todos al perseguir su bienestar exclusivamente particular, colaboran en el malestar general. Toda aspiración choca con la otra, de modo que las relaciones se oponen de modo absoluto. Sin comunidad, los individuos se condenan a la soledad de un bienestar que se transforma en cárcel. Los seres humanos se atomizan, aparece la sociedad.

Esta viene a ser un conjunto en continuo desequilibrio, porque se funda en el despliegue de una libertad que, para realizarse, debe anular las otras libertades. La sociedad es el ámbito del individuo sin comunidad; es un desarrollo que no desarrolla, un movimiento que no mueve, cuya inercia consiste en el desgaste que significa permanecer siempre en el mismo sitio, pero agotado. Su no movilidad empieza a mostrarse como el carácter de una época que debe de cambiar siempre para no cambiar. Por eso produce cambios que no cambian nada. La moda es el reflejo de ese carácter: lo nuevo no es nuevo sino variaciones de lo mismo. La pérdida de sentido de la vida produce el sinsentido del cambio superficial: se cambian las formas pero seguimos siendo los mismos de siempre, se produce el maquillaje exagerado de una sociedad que, para no mostrarse lo podrida que está, debe continuamente negarse la posibilidad de verse de frente a los ojos. Se le nubla la visión, ya no sabe mirar lo sustancial y sólo atiende a las apariencias, la sociedad se vuelve un mundo de las apariencias.

La constatación de esta anomalía produce el desencanto, pero también una lucidez macabra. Porque si el ser humano es aquel que para ser lo que es debe transformarse siempre, la incapacidad de transformación se vuelve en resistencia y negación de un cambio real. La tendencia conservadora empieza a manifestarse no precisamente en los viejos sino en los jóvenes. No cambiar significa, en consecuencia, afirmar el yo y sus certezas, cerrarse a toda apertura. La tendencia conservadora es la que afirma el orden imperante y empieza a perseguir a todos aquellos que sí proyectan cambios necesarios.

Si el afán de cambio no trastorna lo establecido entonces ese afán es tolerado, es más, es deseado, porque el sistema requiere siempre de reformas que lo adecuen a las circunstancias. Pero si ese afán persigue un cambio total, entonces la reacción no tarda en aparecer. Si la forma de vida es la que hay que cambiar entonces no hay otra que cambiar de forma de vida. Si lo que se halla en peligro es la vida misma, entonces la reflexión en aquello que consiste la vida, empieza a cobrar sentido.

Si los sentidos se diluyen entonces precisamos dotarnos de un nuevo sentido, que haga posible el seguir viviendo: sin sentido de vida no hay vida que valga la pena ser vivida. Aquello que precisamente ocurre en la forma de vida moderna, cuyos sentidos se diluyen en puras formas sin contenido alguno. El mundo de las apariencias nos priva lo sustancial de la vida. Se aprende a ver sólo las apariencias; de modo que lo sustancia y esencial desaparece de nuestra visión.

Incapaces de poder advertir lo que realmente importa, nuestras propias vidas empiezan a carecer de importancia. Nos movemos en lo frívolo y lo superfluo. Pero ese movimiento no es un movimiento real; porque un movimiento real implica necesariamente un movimiento de la conciencia, pero en lo frívolo lo que se mueve son exclusivamente las cosas, las mercancías, quedando los seres humanos en meros portadores de estas: el movimiento de las cosas es el que ordena el movimiento humano. La humanidad se devalúa en la fetichización. Si la conciencia empieza a carecer de movimiento entonces adviene el retraso mental. La desidia es el reflejo de la incapacidad de movimiento de la conciencia. La pereza no desea moverse de su lugar, aunque está dispuesta a movilizar su cólera, con tal de regresar a su letargo inicial. Por eso, la fuerza no es una demostración de poder sino la ausencia de éste. El poder real es aquel que es voluntad. La voluntad no necesita determinarse como fuerza. Su fuerza está en la capacidad de proyección que tenga. Proyectar significa exponerse, mostrar de lo que se es capaz, persuadir y convencer. La fuerza pura no hace nada de esto, su única exposición consiste en clausurarse. Clausurando a los demás se clausura a sí mismo.

En una situación colonial, la clausura del individuo es la constatación de la clausura que, como país, ha acontecido. Incapaz de proyectar un desarrollo propio, nos condenamos a depender, es decir a subdesarrollarnos. La clausura es incapacidad de ser sujeto. Quien no enfrenta el desafío de ser sujeto, se condena a ser objeto del desarrollo ajeno.

Una digresión. Bolivia ha sido un sueño proyectado siempre al borde de la muerte. Aún como sueño, nunca ha podido ver la luz del día, porque en ese parto, soñado una y otra vez, ha muerto no sólo la criatura, sino también la Madre. La muerte, en el sueño, no es definitiva, es una variante que muestra el sueño para proyectar su sentido. Pero el sueño proyecta no sólo variantes, también recurre a su reinvención y, entre una de ellas, se encuentra la imagen de la huida, del escape (de la muerte).

Escapar, en este caso, significa el mantener-se fiel en la espera; el que espera es el que tiene esperanza y se mantiene en la esperanza el que no ha perdido la fe: la madre y el niño son la posibilidad de lo imposible. Son la vida que alumbra la vida y le da sentido a la persistencia por vivir. Quien levanta a la madre y al niño es aquel que toma la responsabilidad de preservar la vida, porque la vida se encuentra amenazada y la amenaza, precisamente, aquel que se pone en lugar de dios y pretende decidir quién vive y quién muere. Quien apuesta por la vida de la madre y el niño, apuesta por la vida en sentido eminente, porque no toda vida se encuentra amenazada, sino siempre la vida de los débiles. El poderoso es aquel que asegura su vida a costa de la vida de los débiles; devalúa la vida a la persecución de otras vidas, de tal modo que, la afirmación de su vida, significa la negación de las otras. Esta afirmación tiene necesariamente que pretenderse divina para, de algún modo, mitigar su finitud. Recurrir a la idolatría del poder no es sólo una recurrencia maniática, es el fundamento mismo que asegura al poder repartir vida y muerte a granel. Quien decide quién vive y quién muere no es otro que dios y el hombre, que se pone en lugar de dios, no comete nunca asesinato, sólo cobra la deuda que impone su divinidad al resto de los mortales.

La madre es la posibilidad de la vida, en este caso, el niño; éste, a su vez, es el sentido de esta posibilidad. El sentido es lo que puede proyectarse, una vez que su posibilidad está asegurada; a partir del sentido es que se puede concebir lo que viene por-venir, el futuro. La Madre es también actualidad, es el nutrimento, el regazo que procura la vida; por eso la madre es símbolo de la tierra: pachaMama. La tierra es actualidad pero, como actualidad, es actualidad del pasado: el desde donde toda proyección cobra sentido. Apostar por la vida de la madre y el niño es apostar por la continuidad de la vida, por hacer posible la continuidad de la vida.

Pero el poderoso considera la vida de todos como una imposibilidad y busca, por todos los medios, mostrar esta imposibilidad como real. En lenguaje moderno, la recurrencia a este principio se manifiesta en el principio económico de no factibilidad o el principio político de inviabilidad. Todo proyecto que aspire a asegurar la vida de todos y, de estos, la vida de los más débiles es, en consecuencia (desde el legalismo del poder), no factible e inviable; porque asegurar la vida significa tanto como relativizar la presencia misma del poder. Porque sólo hay ejercicio del poder cuando hay sobre quien ejercerlo y, mientras éste no sienta amenazada su vida, no tiene sentido tal ejercicio. Esa es la dialéctica del amo y el esclavo. Es el circuito por el cual toda dominación se reproduce ad infinitum, porque no hay otra forma de liberarse sino buscar otro a quien dominar. Bajo esta dialéctica toda liberación no es real sino pura ilusión porque, bajo la lógica del poder como dominio, toda liberación es un eufemismo por el que otra dominación se hace posible.

Por eso la apuesta por una nueva forma de vida trastoca todo y produce la resistencia feroz de lo conservador que permanece como lastre en un proceso de cambio. La tendencia conservadora, en este sentido, no sólo se encuentra en la otra vereda sino en la propia. La transformación que no es transformación subjetiva, es decir, transformación del sujeto, no es transformación real. El cambio tiene, de ese modo, una precisión: es un cambio de transformación estructural: del Estado colonial al Estado plurinacional. El sujeto del cambio produce esta alternativa desde una toma de conciencia: la historia hecha conciencia. Sólo puede proyectar futuro desde su memoria hecha conciencia, es decir, producir una política coherente con su propia historia.

En este contexto, la alternativa que se nos presenta, proyecta su sentido como algo, cuyo contenido, viene señalado por nuestro propio horizonte de sentido. Lo que se persigue no es algo que viene de afuera sino algo que ha estado siempre entre nosotros. La ceguera consistía en no haber producido nunca el conocimiento adecuado para darnos cuenta de que las respuestas no están afuera sino adentro; que las preguntas que hacíamos eran falsas preguntas porque no eran preguntas que se deducían de nuestros problemas sino una ciega asunción de lo que se pensaba afuera. Presos de una colonización subjetiva, nunca supimos cómo desplegar una forma de vida que asegure la vida de todos nosotros; presos del resplandor moderno de las mercancías, también nos devaluamos, aun en nuestra miseria, a desear aquello que nos sometía, como nación y como pueblo.

Nunca nadie nos enseñó cómo "vivir bien". Porque quienes nos podían haber enseñado aquello, eran quienes padecían el peso real del sometimiento estructural, sobre los cuales depositábamos las consecuencias de nuestras adicciones: insertarse en la globalización representó, y representa, "morir como perros para que otros coman como chanchos". Para mirar adentro hay que aprender a ya no mirar exclusivamente afuera; lo cual señala una propedéutica, ya no sólo ser conscientes sino autoconscientes. Pasar de la conciencia a la autoconciencia significa, pasar del deseo de cambio a lo que significa el cambio efectivo.

El "vivir bien" es un modelo que, como horizonte, da sentido a nuestro caminar el proceso. Hacia lo que tendemos, no es una invención de laboratorio o de escritorio sino lo que permanece como sustancia en todas nuestras luchas, ya no solamente como luchas emancipatorias criollas sino como lo que ha hecho posible inclusive a ellas: las re-vueltas emancipatorias indígenas. Por eso pervive el modelo como horizonte: el sumaj q'amaña. El q'amaña, el vivir, es cualificado por el sumaj, es decir, no se trata de un vivir cualquiera sino de lo cualitativo del vivir. Por eso el sumaj no sólo es lo dulce sino lo bueno, es decir, la vida se mide de modo ético y también estético. Una buena vida se vive con plenitud moral y rebosante de belleza. Por eso atraviesa todo el conjunto de los hábitos y las costumbres. Se trata de una normatividad inherente al mismo hecho de vivir, no como meros animales sino como verdaderos seres humanos.

Recuperar nuestro horizonte de sentido no es, entonces, un volver al pasado sino recuperar nuestro pasado, dotarle de contenido al presente desde la potenciación del pasado como memoria actuante. El decurso lineal del tiempo de la física moderna ya no nos sirve; por eso precisamos de una revolución en el pensamiento, como parte del cambio. El pasado no es lo que se deja atrás y el futuro no es lo que, de modo inerte, nos adviene. Cuanto mayor pasado se hace consciente, mayor posibilidad de generar futuro. El problema de la historia no es el pasado sino el presente, que tiene siempre necesidad de futuro.

El presente que nos toca vivir tiene esa demanda, porque estamos en la posibilidad de producir autoconciencia, ya no sólo nacional sino plurinacional. La revolución nacional, fracasada en el 52, sería ahora posible, pero ya no como nacional sino como plurinacional. Esto es: lo que hemos estado produciendo, en definitiva, ya no responde a demandas sectoriales o corporativas, ni siquiera particulares, como es siempre una nación, sino: el carácter cualitativo de esta transformació n (el primer proceso de descolonización radical del siglo XXI) estaría mostrando la contradicción fundamental de esta época moderna, como verdadero diagnóstico de una situación planetaria: vida o capital. Lo que significa: vida o muerte.

Para que la vida tenga sentido vivirla, esta no puede carecer de proyecto; pero el proyecto no es algo privado sino lo que se proyecta como comunidad, en este caso, como comunidad en proceso de liberación. El sentido de la liberación significa un echar por tierra toda relación de dominación. "Vivir bien" querría decir: vivir en la verdad. Por eso, el que "vive bien", camina "el camino de los justos", el qapaq ñan. La transformación estructural es también transformación personal: tener la capacidad de ser y comportarse como sujeto. Por eso: se es sujeto relacionándose con el otro como sujeto, en el reconocimiento absoluto de la dignidad absoluta del otro. "Vivir bien" sería el modo de comportarse como decía el Che: como un hombre nuevo, capaz de sentir en su propia carne el ultraje que se comete contra un hermano al otro lado del planeta. El "hombre nuevo" ya no sería como el modelo educativo prescribe: un ser inteligente. El hombre nuevo es un ser humano justo y liberador. Por eso su proceso de transformación es continuo; porque su condición no es la permanencia en un estado inactivo sino en una obstinada apetencia por trascenderse siempre.

De este modo, el "vivir bien", proyecta un sentido que establece el por qué del vivir. De éste se desprende el cómo vivir. Del criterio se establece una normatividad. No se vive por vivir sino se vive de modo metódico, que es el modo organizado de un vivir auténtico. Caminar en la verdad es caminar en la justicia; por eso no es un caminar cualquiera. Se trata de la responsabilidad del caminar en el ejemplo. La política puede ahora transformarse, de la suciedad que empaña toda pretensión liberadora a la liberación como proceso de purificación de toda pretensión de dominación. La capacidad crítica de este proceso radica en la capacidad que se tiene de autocrítica.

El "vivir bien" no se deriva de algún valor metafísico que se impone a la situación presente. Se deduce de la historia y del propio mundo de la vida, como una presencia de la ausencia: lo imposible para el Estado colonial, la justicia, es lo que permite su transformación. El norte de la transformación queda indicado por esa ausencia presente en el grito de las víctimas. Su grito señala siempre un cielo a donde se grita. Lo imposible en la tierra se proyecta como utopía en los cielos. Del alajpacha, epistemológicamente, pasamos al qauquipacha. Del arriba al más allá en términos de utopía. Los cielos, en este sentido, pasan a ser el locus epistemológico de conocimiento. La presencia de esa ausencia se establece, así, en términos de utopía. Proyección que es, en definitiva, proyectada desde la historia hecha contenido de una conciencia liberadora. Por eso en el "vivir bien", en su proyección, pernoctan todos aquellos a quienes debemos esta situación privilegiada.

En este cielo pernocta no sólo el dolor, pernoctan también los sueños y las esperanzas; la muerte de aquellos que daban lo único que tenían, para que todos pudiésemos tener lo que nunca tuvieron ellos. Su lucha es ahora nuestra lucha. Nuestra responsabilidad es también para con ellos, para que no sea también su muerte una muerte inútil. Nada nos garantiza que este proceso concluya triunfante; por eso precisamos volver la mirada, hacer nuestra la fuerza de nuestros mártires, ser fieles con aquello que nos encomendaron sus vidas. Ahora es nuestro turno. Por eso nos acompañan. Porque somos comunidad; al devolvernos el sentido de comunidad, nos ha sido devuelto el sentido de humanidad. Nuestra lucha es por la vida; eso es lo que nos hace más solidarios, más justos, pero, también, más responsables, es decir, más humanos. Eso es lo que hay que agradecer: la oportunidad histórica que tenemos de redimir, ya no sólo a un país sino a lo humano en general. Por eso, si no desarrollamos este nuestro proceso de transformación, le estaremos privando, a nosotros y al mundo entero, de la posibilidad de un mundo mejor, más humano y más justo. De nuestro triunfo o fracaso depende, en última instancia, el triunfo o fracaso del planeta entero. Si la vida toda está en peligro, no nos sirve producir para nosotros un arca para salvarnos. La salvación, o es de todos o no es de nadie. No hay sujeto sin autoconciencia. Esta nos lleva a manifestar al mundo nuestra palabra: la lucha por la Madre tierra es lucha por la humanidad; esta lucha es de aquel que asume la responsabilidad de un vivir en la verdad y la justicia. "Un mundo en el quepan todos" es un mundo donde todos vivan dignamente, es decir, donde el sumaj q'amaña sea el norte de toda política y toda economía. Por eso nos encontramos en el tiempo del pachakuty (o tiempo mesiánico).

Nuestra es ahora la oportunidad histórica de producir aquello que nos legaron nuestros mártires: un mundo más justo. Si el occidente moderno no se hizo nunca cargo de la humanidad y del planeta, nosotros tenemos ahora que hacernos cargo de aquello. Nuestra lucha ya no es particular sino profundamente universal. La responsabilidad es ahora nuestra. Por eso: los mejores años de nuestras vidas, es lo que se nos viene, de aquí en adelante.

La Paz, 4 de diciembre de 2009
Rafael Bautista S.
autor de "PENSAR BOLIVIA DEL ESTADO COLONIAL AL ESTADO PLURINACIONAL"
rafaelcorso@yahoo.com

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